Se sabe que la sal utilizada para fundir la nieve ayuda a deteriorar la carretera. Tanto la carretera como los puentes y su hormigón. En las zonas en las que cada año se utiliza la nieve y la sal para fundir el hielo, el hormigón de los puentes necesita una reparación, ya que en 25 años se agrieta poco a poco y el acero interior queda al descubierto.
En 1972, sin embargo, se empezó a utilizar el aditivo conocido como Ippc, que se mezcla con el hormigón. El uso del producto incrementa en un 5% el coste del puente, pero tras 25 años, en los casos en los que se utilizó el producto mencionado en la construcción, se observa que el hormigón del puente se encuentra prácticamente en su estado inicial.
Los estudios realizados al microscopio electrónico han confirmado que el aditivo ha reaccionado con el hormigón, por lo que la estructura del hormigón es más fina y queda menos espacio entre los gránulos. Esto ha llevado al experto a pensar que la duración de los puentes puede llegar a duplicarse y se ha confirmado la validez del producto, hasta ahora cuestionado.