El cilio, la estructura filamentosa que rodea a muchas células, tiene importantes funciones en el olfato, el oído y la vista. Investigadores de la Universidad de Baltimore han relacionado ahora los cilios con otro sentido: el tacto. Han visto que son imprescindibles para detectar el calor o la vibración. En sus pruebas con seres humanos, han visto que quienes no tienen los silos en buen estado, como los provocados por el síndrome de Bardet-Bield, tienen problemas para percibir tanto la temperatura como un diapasón vibrando.