La investigación realizada por el CDC confirma la sospecha que tenían. En este estudio se han analizado todos los datos recogidos hasta el momento y se ha llegado a la conclusión de que existe una relación causa-efecto entre la infección materna y las alteraciones neurológicas de los recién nacidos. Los resultados han sido publicados en la revista New England Journal of Medicine.
El CDC advierte que la microcefalia es el “pico del iceberg” de las alteraciones que el virus Zika puede causar en el cerebro y en el desarrollo. Así, recomienda que se intensifiquen aún más las medidas de prevención de las mujeres embarazadas. No obstante, se comenta que no todas las embarazadas infectadas deben tener hijos enfermos.
Por otro lado, aunque han dicho que hay un efecto causal, no han determinado cómo el virus provoca estas alteraciones en el cerebro de los fetos. Admiten que hay que investigar más para aclararlo.