Los fósiles de un mamífero artiodáctilo, descubierto en Kaxmir, en la India, han sido estudiados por la Universidad del Noreste de Ohio y han concluido que era antepasado terrestre de cetáceos. Entre los animales que se conocen, el fósil tenía una característica exclusiva de los cetáceos: en el oído medio tenía una gruesa cubierta ósea (denominada "engum"). Esta característica asocia a los dos grupos animales. Era como un pequeño ciervo y los dientes indican que comía plantas de secano. Los científicos concluyen que entraba al agua para escapar de los depredadores.