Los intercambios entre células y medio se producen a través de los poros que tiene la célula, pero con las técnicas microscópicas existentes hasta el momento no se podían observar estos intercambios, ya que los poros se abren y cierran muy rápidamente. Sin embargo, los investigadores franceses han desarrollado un método para frenar estos movimientos: las células se colocan en un medio viscoso y se alargan mecánicamente.
Durante el estiramiento los poros se expanden y debido a la viscosidad del medio se cerrarán más lentamente de lo normal. Un microscopio óptico permite observar los movimientos de los poros.