Bombilla de 7 años

General Electric pone a la venta este nuevo tipo de bombillas de inducción. Tiene una duración de siete años y se instala como cualquier otro. En los últimos diez años se han inventado lámparas fluorescentes compactas y de vapor de sodio para reducir el consumo de iluminación, pero esta inducción la fabrican muy pocos. Y es que esta lámpara es una obra maestra con miniaturización electrónica.

La base de funcionamiento es que el campo magnético de alta frecuencia induce la corriente eléctrica en el gas en la bombilla. A modo de reacción, el gas eleva los rayos ultravioleta que se convierten en luz visible cuando atraviesan la capa fluorescente interna. De esta forma se evitan los dos grandes obstáculos que presentan las lámparas incandescentes: por un lado, la ausencia de filamentos en el interior de la bombilla (con lo que la duración de la lámpara es mucho mayor) y por otro, la emisión de rayos infrarrojos es muy reducida. El consumo de las ampas de incandescencia suele ser elevado debido a la emisión de muchos rayos infrarrojos, que se convierten en calor, y a la escasez de rayos visuales. Son buenos para calentar el aire, pero no para aclararlo. En definitiva, la excitación de gas por inducción es una excelente solución.

Este principio se conocía desde hace tiempo, pero para conseguir una inducción de alta frecuencia el circuito eléctrico debe ser adecuado y los componentes electrónicos no están al alcance de cualquiera.

El principal error de esta nueva lámpara es su precio. 1.800 pts. Vale (72 libras), pero si lo comparamos con las incandescentes, con el ahorro en consumo se amortiza.

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