Junto a la prevención de la introducción de nuevos virus en la célula infectada, descubren que ayuda a difundir la infección
Cuando el virus Vaccinia infecta una célula, crea una estructura que impide que el resto de virus infecten la misma célula. Los microbiólogos han demostrado que esto también tiene otra consecuencia: ayuda a otros virus a infectar otras células. Por tanto, la infección se propaga más rápido de lo esperado.
De ahí partió la investigación realizada por los microbiólogos del Imperial College de Londres. El virus Vaccinia se asemeja mucho a lo que genera el viruela, pero no causa enfermedades en el ser humano. Sin embargo, esta similitud ha sido muy útil en medicina, ya que de ella se valieron para crear una vacuna contra la viruela. Y en la actualidad siguen investigando el virus con el objetivo de desarrollar vacunas contra otras enfermedades.
Así, los microbiólogos de Londres se dieron cuenta de que el virus se propaga cuatro veces más rápido de lo esperado en función de su ciclo de réplica. Continuando investigando, descubrieron que la vaccinia produce dos proteínas inmediatamente después de infectar una célula. Estas proteínas crean una estructura en la superficie celular que impide que otros virus entren a la misma célula, es decir, que impidan la superinfección.
De hecho, cuando llegan otros virus a esa célula, otra proteína, la actina, crea unos largos brazos a través de los cuales envían los virus. Esto permite que la infección se extienda más rápido que de otra manera.
El trabajo, publicado por los investigadores en la revista científica Science, indica que otros virus pueden utilizar una estrategia similar, como los virus herpes convencionales.