Investigadores de Tokio han descubierto que los olores que separan a los ratones del nacimiento y los que se han aprendido con posterioridad hacen diferentes caminos en el sistema nervioso. De hecho, tienen un determinado tipo de neuronas para la transmisión de cada tipo de olor, de la nariz al cerebro.
Todas estas neuronas se encuentran en el epitelio olfativo, pero distribuidas en dos zonas, dorsal y ventral. Los investigadores japoneses han descubierto que en cada zona hay un tipo de neurona: las neuronas de la zona dorsal transmiten los olores que se separan del nacimiento, mientras que las de la zona ventral transmiten los olores aprendidos. Para descubrirlo han creado ratones sin neuronas de zona dorsal. Estos ratones son capaces de oler el olor de los depredadores, pero han perdido el sentido del miedo que hay que sentir al mismo tiempo.