Entre las reflexiones y artículos publicados se encuentran algunas curiosidades como la realizada por el Instituto de Tecnología Georgia (Estados Unidos).
De hecho, los investigadores han convertido las ondas del terremoto hace un año en ficheros de audio. Para ello, han aumentado la frecuencia de la señal recibida por los sismógrafos, de forma que las ondas estén en el rango de frecuencia en el que percibimos nuestros oídos.
El resultado ha sido publicado en la revista Sismological Reseach Letters, con tres grabaciones como ejemplo. El primero, a 145 kilómetros del epicentro; el segundo, en la costa, entre la central de Daiichi y Tokio; y el tercero, en la falla de San Andrés (California), donde el terremoto provocó movimientos.
Según los investigadores del Instituto de Tecnología Georgia, su trabajo es útil para interpretar datos de otros terremotos y vibraciones.