Las gotas de agua más diminutas también pueden causar grandes daños en combustibles, disolventes orgánicos o lubricantes. Por ello, es importante disponer de tests adecuados que detecten agua en estos temas.
El Instituto Weizmann ha desarrollado un test eficaz y útil para la detección de moléculas de agua. Se trata de una película de 1,7 nanómetros de espesor que detecta las pequeñas moléculas de agua que pueden estar en el líquido, aunque sólo existen unas partes por millón.
Para ello, la película incluye complejos metálicos. Estos complejos metálicos captan electrones de las moléculas de agua, cuando el color del complejo cambia. El cambio de color es visual.