Caminando sobre el agua

Algunos insectos pueden flotar sobre el agua, como los de la familia Gerridae. Y aunque para algunos puede ser un milagro, tiene una explicación física. Estos insectos se encuentran sobre el agua gracias a cientos de pelos en los pies. Pero, ¿cómo es posible que no haya ondas en la superficie del agua cuando circulan?

Cualquier ser tiene que crear un momento para ir de un lado a otro, es decir, empujar algo. Los humanos, por ejemplo, hacemos fuerza al caminar sobre la tierra, y las aves y los peces crean remolinos para avanzar, uno en el aire y otro en el agua.

Los insectos de la familia Gerridae utilizan como remo las dos patas más largas para andar sobre el agua. Y, según han visto los investigadores del Massachussets Institute of Technology de Cambridge, los remolinos de agua no surgen en la superficie, sino que aparecen bajo el agua a una profundidad de cuatro milímetros.

A partir de este movimiento, Robostrider es un robot Gerridae que, a pesar de ser más grande y torpe de lo real, es capaz de caminar sobre el agua.

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