En todo el mundo hay entre 5.000 y 7.000 tigres, de los cuales 3.750 residen en la India. China, por su parte, es el mayor consumidor de productos de tigre, la mayoría de estos productos, utilizados en la medicina tradicional. Pero como en China no hay tigre, se abastecen de cazadores secretos que trabajan en la India. Como consecuencia, la población de tigre en la India ha disminuido considerablemente.
Ante esta situación, la India se ha mostrado muy preocupada y los dos países han unido fuerzas para hacer frente al tráfico del tigre. A principios de marzo el ministro de Medio Ambiente de la India, Kamal Nath, y el ministro chino de Medio Ambiente, Song Jian, firmaron un acuerdo para combatir la caza furtiva, el contrabando y el tráfico de tigres.
En opinión de Mahendra Vyas, abogada de la Corte Suprema de Delhi, el objetivo de este acuerdo político es convertir al tigre en un foco de atención y llamar la atención sobre el problema. En el mercado negro de Extremo Oriente un tigre podría costar 60.000 dólares. En la actualidad la demanda de productos de tigre sigue siendo elevada, lo que genera tráfico confidencial.