¿Monos al espacio?
Hace casi cuarenta años, cuando los primeros satélites fueron lanzados al espacio, monos y otros animales tuvieron un papel importante en la apertura del paso del hombre. Ahora parece que los monos tienen que abrir el camino al hombre y volver al espacio. Por ello, NASA está teniendo problemas con los grupos que defienden los derechos de los animales.
La NASA debe realizar las misiones Bion 11 y Bion 12 de 1988 en colaboración con Francia y Rusia y en ambos casos dos monos espaciarán en un barco ruso. Después volverán al suelo tras dos semanas en el espacio.
El objetivo de la misión es desarrollar experimentos que ayuden a comprender la influencia de la ingravidez en los seres humanos. Se analizarán los cambios fisiológicos que producirá la falta de gravedad en los monos. Se implantarán electrodos en los músculos de las piernas y brazos de los monos y estarán amarrados en el asiento durante todo el vuelo.
Esto ha alterado a los defensores de los derechos animales. Por eso, NASA está presionando para cancelar esos vuelos o al menos mejorar el estado de los monos. Algunos consideran que este tipo de experimentos no son necesarios. De hecho, los astronautas están realizando largos periodos de tiempo en la estación espacial Mir, por lo que es la mejor manera de analizar los efectos de la ingravidez sobre los seres humanos. Sin embargo, según los científicos de la NASA, los astronautas toman medicamentos para combatir la ingravidez, por lo que no son los sujetos más adecuados para estudiar su efecto y los experimentos con animales son absolutamente necesarios.
La presión de los defensores de los animales ha tenido ya consecuencias, ya que hasta ahora, además de lo anterior, también en los cerebros de los monos han existido planes de implante de electrodos.
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Zientzia aldizkaria
