Hace apenas un año se produjo el lamentable accidente de la central nuclear de Chernobil. El pasado mes de enero se instaló la última placa del sarcófago que cubrió la central.
Para protegerse de los derrames de radiactividad, los soviéticos han construido una pirámide de doble que cubre toda la superficie exterior con placas de acero. Sobre todo le han colocado un plástico hermético. Durante el mes de enero, los materiales radiactivos en el interior tenían una temperatura de 130 ºC y el sarcófago ha tenido que someterse a un sistema de venteos.
El aire de venteo, convenientemente filtrado, es expulsado de la chimenea visible en la imagen, con una radiactividad inferior a 3 milicurie/día.