La Conferencia Mundial sobre el Cáncer ha analizado el accidente nuclear de Chernobil, que ha sido el episodio que ha creado hasta el momento el mayor grupo humano que ha desarrollado el cáncer por una razón determinada. Ya se han cumplido 15 años desde que ocurriera el accidente y por el momento alrededor de 2.000 personas han desarrollado el cáncer de tiroides, a pesar de que la cifra está creciendo.
En este congreso se ha analizado el número de casos de cáncer por diferentes catástrofes, entre los que se encuentran los accidentes nucleares y la bomba atómica. Además de los distintos tipos de radiación, la intensidad y el tiempo de exposición son diferentes en cada caso. Cuando se lanzó la bomba atómica, la gente estuvo expuesta a los rayos gamma y a los neutrones, ambos muy peligrosos.
Sin embargo, en el accidente de Chernobil estuvieron influenciados por el gas xenón y la yodina. El iodina es un isótopo radiactivo del yodo que, aunque no es tan peligroso como los rayos gamma, puede asentarse en nuestro cuerpo y causar graves daños a largo plazo.