Las mujeres tienen caries más que los hombres desde que dejamos de ser cazadores-recolectores y nos convertimos en agricultores. Lógicamente, esto se debe en gran medida al cambio en la forma de alimentarse. Sin embargo, la mayor fecundidad derivada de la laboralización también está relacionada, según han concluido recientemente en un estudio realizado en la Universidad de Oregón. Según han explicado, los cambios fisiológicos que se producen durante el embarazo (aumento de las hormonas sexuales femeninas, menor producción de saliva -ya que la saliva tiene propiedades antimicrobio- y el mayor capricho para comer alimentos ricos en energía) facilitan la formación de caries.