Cuando se está trabajando en el tratamiento del cáncer, es frecuente que los médicos tengan dificultades para identificar la localización exacta del tumor y diferenciar los tejidos cancerígenos de los sanos.
Sin embargo, a partir de ahora parece que este trabajo será más fácil gracias a la técnica de ultrasonidos denominada HEI. La técnica se basa en los cambios de parámetros eléctricos que se producen en los tejidos afectados por los tumores. Para ello se coloca el cuerpo en el campo magnético duro, se emiten pulsos eléctricos oscilantes a través de dicho campo y se analizan los resultados obtenidos con el receptor de ultrasonidos.
El análisis de la intensidad y la diferencia de fase de las señales recibidas tras atravesar el cuerpo permite obtener una imagen tridimensional del tejido y, por tanto, una localización exacta del tumor para posteriormente realizar biopsias más estrictas. Por el momento, sólo han realizado escáneres de uso manual, pero esperan que al cabo de un año se haga el que estudie todo el cuerpo.