Telemedicina y sus riesgos

La telemedicina puede ser uno de los avances más importantes de principios del siglo siguiente; los avances en las Tecnologías de la Información han permitido desarrollar formas de comunicación cada vez más avanzadas, y en la actualidad se puede consultar con el médico por medio de un ordenador, enviar signos de vida del paciente o solicitar ayuda en una emergencia. Todas estas comunicaciones se realizarían a través de Internet, por lo que podría ser una buena alternativa para los servicios médicos habituales.

Sin embargo, la telemedicina tiene un gran riesgo: Es decir, otras personas pueden acceder a la información que se envía a través de Internet. Al igual que ocurre con los códigos de las tarjetas de crédito, es necesario proteger los datos relativos al paciente, especialmente cuando se trata de datos críticos. Datos psiquiátricos, diabetes, SIDA, otras enfermedades graves, etc.

Las grandes empresas médicas están desarrollando sistemas que permitan almacenar información médica y una transmisión segura para que en el futuro los pacientes puedan realizar consultas a un médico a través del ordenador doméstico (o de un ordenador portátil). El siguiente paso sería la implantación de aparatos médicos básicos para el tratamiento remoto. Por ejemplo, tomar pulso, vigilar señales de vida, meter dosis o hacer recetas.

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