En los últimos años las líneas eléctricas de alta tensión han sido objeto de discusión por posibles efectos nocivos sobre la salud de las personas. Hoy en día, sin embargo, los problemas son los teléfonos móviles que están tan extendidos por el mismo motivo.
La potencia de las microondas que emiten estos pequeños teléfonos es sólo de 200 mW, pero como el usuario coloca la antena contra el cráneo, la mitad de la potencia emitida es absorbida por la cabeza. Los expertos trabajan para comprobar que estos teléfonos no dañan la cabeza. En Francia, por ejemplo, se están realizando dos encuestas epidemiológicas.