Quemar tabaco es perjudicial para el corazón y tomar cocaína, pero ambos efectos son aún más graves. En Estados Unidos los cardiólogos de Dallas han realizado estudios con 40 fumadores con problemas en las arterias coronarias. Tras la quema del cigarro el diámetro del vaso sanguíneo se reducía en un 5% y en cada toma de cocaína se reducía en un 10%, pero en conjunto se ha observado que la reducción es del 20%. Esto reduce la presencia de oxígeno en el miocardio y aumenta el riesgo de sufrir problemas cardiacos.