Pitié Salpêtrière, un estudio realizado en el hospital de París, afirma que fumar tabaco es una variable protectora frente al covid-19. La investigación, publicada el 21 de abril, se ha extendido en gran medida gracias al impulso de varios fumadores. En mitad de bromas, unos en serio, otros han considerado como verdadero lo que quieren creer. A este mecanismo se le denomina “vertido a la confirmación” en psicología, por lo que no es de extrañar que se haya considerado válido lo que de momento es una hipótesis.
Al igual que la mayoría de las investigaciones relacionadas con el COVID-19, la investigación ha sido publicada antes de ser confirmada por otras personas y en el propio título se indica que se trata de una hipótesis. Una precisión: en el título no se hace referencia al tabaco, sino a la nicotina. Además, sugieren posibles efectos sobre la prevención y el tratamiento.
130 pacientes tratados en ambulatorios por COVID-19 y otros 350 ingresados. Entre otras cosas, vieron que sólo un 5% era fumador. Teniendo en cuenta el porcentaje de fumadores en el conjunto de la población francesa, se estima que debería haber más fumadores entre los pacientes. De ahí se deduce que fumar protege de los síntomas del covid-19.
Los investigadores creen que la clave puede estar en la nicotina. De hecho, muchas células atacadas por el virus SARS-COV-2 tienen receptores de nicotina: neuronas, células del sistema inmunitario (macrófagos, por ejemplo), corazón, pulmones y vasos sanguíneos. Por tanto, es posible que la nicotina compita con el virus, lo que dificulta que éste se enganche a las células.
Esta influencia de la nicotina está demostrada con otros agentes. Ahora, los investigadores parisinos proponen probar para protegerse del SARS-COV2. Para empezar, experimentarán con cultivos celulares y animales, y han adelantado que la nicotina podría ser administrada mediante parches o de otra manera. Al final del artículo se recuerda que la nicotina genera adicción y que fumar es malo para la salud.
Esta investigación no es la única que se ha publicado sobre la incidencia del tabaco en el covid-19. Por el contrario, se han realizado decenas de investigaciones en diferentes países y se han realizado estudios sobre dichas investigaciones (Review). Las conclusiones de estos estudios suelen ser más sólidas que las de los estudios individuales, ya que sólo consideran estudios comparables entre sí y que cumplen los criterios de calidad.
Se han realizado dos estudios de este tipo, por ejemplo en la Universidad de California (doce investigaciones, con un total de 9.025 pacientes) y en la de Harvard y Creta (cinco estudios, 1.549 pacientes), que han concluido que fumar es perjudicial, es decir, que la evolución del covid-19 en los fumadores es peor. Por ejemplo, en una de las investigaciones analizadas en la segunda, la publicada en el Chinese Medical Journal, la diferencia era significativa: De los 78 pacientes, el porcentaje de fumadores en pacientes que empeoraron era del 27,3%, mientras que entre los que evolucionaron de forma satisfactoria sólo era del 3%.
No han visto que el tabaco proteja del virus SARS-Cov-2. Sí, sin embargo, que fumar empeora la evolución del covid-19. Otras infecciones han demostrado que los fumadores son más vulnerables, como la gripe y el MERS (también por un coronavirus). Por lo tanto, se ha llegado a la conclusión de que, aún sabiendo que se van a necesitar más y más profundos estudios para ratificarse, la combustión es perjudicial.
Por otro lado, otros investigadores han advertido que el propio gesto de fumar (sujetar el cigarrillo con las manos e incluso llevarlo una y otra vez a la boca) aumenta el riesgo de infección. Tampoco es conveniente bajar la máscara de asar a la barbilla. Sin embargo, todo esto es independiente del posible efecto protector de la nicotina. En este caso también habrá que esperar para conocer los resultados de la investigación.