Nueva Supernova

Los astrónomos han detectado la supernova más remota jamás vista, en un cúmulo de galaxias a 4 mil millones de años de nosotros. Este descubrimiento puede tener importancia para calcular la velocidad de propagación del universo.

Los investigadores (Hans Norgaard-Nielsen, Leif Hansen, Henning Jorgensen, Alfonso Aragón, Richard Ellis y Warrick Couch) lo descubrieron en 1988, cuando la supernova bautizada con el nombre de U la exploración de galaxias remotas.

Desde 1986, este grupo ha estudiado sesenta galaxias cúmulos a través del telescopio danés de La Silla, en Chile. La supernova 1988 U aparece por primera vez en la fotografía realizada el 8 de agosto. A partir de ese momento comenzó a trabajar también el telescopio William Herschel, situado en las Islas Canarias. Se observó que la supernova era del tipo Ia y que estaba situada en el centro del cúmulo de galaxias.

Las supernovas tipo Ia son importantes para los cosmólogos, ya que todos tienen un nivel máximo de brillo similar. Este brillo absoluto es uno de los cuatro factores que le confieren el brillo que muestra la supernova desde la Tierra. Otros factores, la cantidad de luz que produce el polvo interestelar, la distancia a la que se encuentra la supernova y la amplitud del universo.

Todos los factores pueden calcularse con relativa facilidad, excepto la velocidad de deceleración del universo.

En el universo abierto (es decir, en el universo que se expande para siempre) la supernova se ve más luminosa que en el universo cerrado (un universo que deja de expandirse).

El efecto de la velocidad de deceleración sobre el brillo aparente de la supernova depende de la distancia. A la distancia de la supernova, la diferencia de brillo entre las supernovas del universo cerrado y abierto es de magnitud 0,28. Como la diferencia es muy pequeña, son muchas las supernovas que hay que estudiar para obtener conclusiones fiables.

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