Quizá en las nubes de los volcanes aparecieron las primeras moléculas orgánicas en la Tierra. A esta conclusión han llegado dos geoquímicos, antiguos alumnos de Stanley Miller, repasando los frascos de su famoso experimento.
Miller intentó explicar en 1953 cómo se formaron las primeras partículas orgánicas en la Tierra. En algunos frascos repitió las supuestas condiciones atmosféricas de aquella época y provocó rayos con ayuda de unos electrodos. En los frascos se formaron diversos componentes orgánicos, como los cinco aminoácidos presentes en las proteínas de los vivos.
Sin embargo, no obtuvo demasiada aceptación entre los científicos, ya que los expertos consideran cada vez más segura que la atmósfera de la época no tenía la composición propuesta por Miller. Dicen que Miller utilizó más hidrógeno de lo que había.
Los geoquímicos citados analizaron el contenido de los frascos con una herramienta muy sensible --un espectrómetro de masas de la NASA -, y comprobaron que en aquel experimento se formaron cinco no, veintidós aminoácidos.
De alguna manera han querido explicar la aparición de tantas moléculas orgánicas en el experimento de Miller, teniendo en cuenta que era casi imposible que en aquella época existiera la atmósfera propuesta por él. Pues han afirmado que las condiciones de Miller podrían estar en las nubes de gas formadas por volcanes tan abundantes entonces en la Tierra, y que sus componentes se han formado en zonas restringidas concretas.