En la Universidad de Chicago se ha desarrollado un modelo matemático de un experimento que imita afloramientos de materiales calientes en puntos calientes de la Tierra, a través de técnicas de análisis y de números en común. Creen, además, que el modelo matemático puede extenderse al fenómeno que se produce en la Tierra.
Para imitar el fenómeno de los puntos calientes, en 1999, Anne Davaille de la Universidad de París colocó en un barco dos líquidos de diferente densidad. Como los líquidos no tenían la misma densidad, no se mezclaban, pero al calentar la inferior, la más densa, observó cómo formaba una especie de cono en el límite entre los dos líquidos y, finalmente, cómo llegaba un devanado del líquido más denso hasta la superficie del líquido que tenía encima, y cómo permanecía un tiempo relativamente largo.
Creen que en el manto de la Tierra se da un proceso similar. Lo que era un filete en el experimento son las plumas crecientes en la Tierra, es decir, las columnas líquidas que atraviesan el manto sólido. La parte de la litosfera situada sobre una de estas columnas suele tener una gran actividad volcánica, lo que se conoce como punto caliente. Al igual que en el experimento, en la Tierra las plumas crecientes se mantienen bastante largas.