Las erupciones volcánicas reducen el calentamiento global: el humo refleja los rayos del sol. Pero no es ése el único efecto que tiene el humo, ya que el dióxido de sulfuro de este humo vuelve al suelo en forma de lluvia ácida, aumentando las bacterias sulfurosas de los medios húmedos y disminuyendo las bacterias metaneras. Esto reduce la producción de metano y reduce el efecto invernadero.
Un geofísico de la universidad abierta del Reino Unido llega a esta conclusión realizando una simulación en un pantano de Escocia que arrojó sulfuro y vio que en dos años la emisión de metano era un 40% inferior.