Los resfriados veraniegos ocurridos en los últimos 400 años se deben a las fuertes apariciones volcánicas. Así lo creen los investigadores que estudian los anillos de los árboles. Algunos árboles del Hemisferio Norte han “conservado” el comportamiento de los volcanes, ya que los anillos que se forman en estas situaciones son más delgados de lo normal. Hasta el momento, estas investigaciones se están llevando a cabo en 134 arboledas norteamericanas y europeas, comparando la estructura de los anillos con la información sobre las manifestaciones volcánicas.