No hay nada como golpear unos golpes en las costillas para ver qué hay en el corazón del volcán. Eso es lo que piensan los vulcanólogos que trabajan en el programa Tomoves (Tomografía de Vesuvo). El pasado mes de junio se han producido en Italia explosiones de entre 400 y 800 kilos de tnt en las laderas del Vesuvio. Durante la explosión se produce un pequeño terremoto, es decir, una pequeña onda sísmica.
Esta onda rebota en la geometría interna del volcán y después unos captadores reciben la señal. 140 captadores de superficie y ocho submarinos de la bahía de Nápoles han recibido la onda reflejada.
Analizando todos estos datos, dentro de dos años el corazón del Vesuvio podrá ser representado en tres dimensiones. Los vulcanólogos quieren conocer mejor las deformaciones que rodean el volcán y predecir los próximos lanzamientos de magma.