En las aguas tropicales del Pacífico y del Océano Índico hay unas cincuenta especies de serpientes. A respirar tienen que venir a la superficie del agua, pero también descienden hasta los treinta metros de profundidad en busca de alimento. Sólo tienen un pulmón para respirar, pero en cierto modo tienen una “botella de oxígeno” o saco que cubre las tres cuartas partes del cuerpo, es decir, una reserva de aire.
Se encuentra como prolongación del pulmón con gruesos y robustos muros. Trabaja como una bomba de oxígeno e inyecta aire según las necesidades. Así, las serpientes pueden permanecer sumergidas durante al menos dos horas, pero algunos investigadores afirman que pueden permanecer hasta ocho horas.