El instituto estadounidense JGI (Energy's Joint Genome Institute) ha secuenciado el genoma de la soja. La secuenciación de los genomas de las plantas agrícolas suele ser una tarea ardua, ya que las hibridaciones provocan que muchas partes del genoma estén duplicadas. Así, el genoma de la soja (Glycine max) ha tardado tres años y mucho dinero en resolverse, pero era importante, ya que la soja no sólo se utiliza en la alimentación humana y animal, sino materia prima para la producción de biodiesel. Con la información que han obtenido ahora esperan crear mejores variedades.