Los sonidos bélicos que nos llegan del Golfo Pérsico fueron escuchados por algunos con bastante antelación. Los EE.UU., a través de sus satélites en el espacio, descubrieron de inmediato los paseos realizados por las tropas iraquíes hacia Kuwait.
Todas las comunicaciones radioitelefónicas (incluidas las comunicaciones de Saddam Hussein desde su lugar de conducción con las tropas) fueron controladas por satélites denominados Magnum. Por su parte, los satélites Elin informaron del número de tanques, vehículos y soldados.
Los soviéticos no quedaron atrás y cambiaron la órbita del satélite Cosmos 2086 para conocer los acontecimientos del Golfo.