En Norteamérica la gente está preocupada por las consecuencias de las explosiones nucleares que se produjeron en la atmósfera antes de la prohibición mundial en 1963. Entre 1951 y 1957, por ejemplo, se produjeron 217 explosiones en el Pacífico y en Nevada.
Todos saben que en aquellos ensayos los soldados tuvieron intencionados soldados alrededor de la garganta para estudiar la influencia de las radiaciones. Según un estudio realizado por la Academia de Ciencias de Norteamérica en 1985, entre estos soldados y los casos de cáncer no existe ninguna relación especial, por lo que el Gobierno no ha indemnizado a las familias de estos soldados muertos por cáncer.
Hoy en día, sin embargo, la investigación es criticada porque de los 220.000 militares que se vieron en peligro sólo se analizaron 50.000. Con el objetivo de encontrar la verdad en este problema, el gobierno ha encargado a la Academia de Ciencias una nueva investigación. Las conclusiones se darán a conocer dentro de cinco años, pero esta vez analizarán todos los casos