Los aerogeneradores provocan en los murciélagos el mismo problema que cuando los submarinistas salen demasiado rápido: el barotraumatismo pulmonar. La presión baja demasiado rápido, con lo que el aire que contienen los pulmones se expande y los alveolos pulmonares explotan. Los alveolos matan las hemorragias que se producen en la explosión, tanto buceadores como murciélagos.
A esta conclusión ha llegado un investigador de la Universidad canadiense de Calgary, que ha realizado una disección de 75 murciélagos muertos en parques eólicos. Parece ser que las aspas de los aerogeneradores provocan una fuerte bajada de presión en el movimiento, y si algún murciélago está cerca de las aspas, el cambio de presión provoca la mencionada explosión pulmonar.
Hace tiempo que los científicos se dedicaban a averiguar cómo mueren los murciélagos en los parques eólicos. De hecho, los murciélagos perciben más fácilmente a las laderas en movimiento que a las que están en reposo gracias a su sonar. Por lo tanto, apenas mueren contra las alas (la mayoría de los murciélagos muertos no tienen heridas externas).