¿Somos testigos del nacimiento de un Pulsar?

El telescopio Hubble y la radioobservación han supervisado un sistema excepcional, un pulsar y una estrella gigante roja con sus amigos. La existencia de este sistema es un misterio y la única explicación es el nacimiento del pulsar.

ESA

Aunque hay más de 90 tipos de pulsaras clasificadas que no saben lo que hace que una estrella llegue a esa situación. Hasta ahora se ha dicho que una vieja estrella absorbe la energía de su amiga. Esta transferencia de energía acelera la velocidad de giro de la vieja y lenta estrella hasta llegar a realizar cientos de revoluciones en segundos, es decir, se forma la pulsera. En ese momento, vuestro gigante rojo se queda sin energía y se convierte en un enano blanco.

Sin embargo, las imágenes de Hubble han descubierto que la estrella amiga no es un enano blanco, sino una estrella gigante roja.

Los investigadores también han encontrado grandes cantidades de gas en el sistema. El pulsar también absorbe el gas de la estrella amiga, que al separarlo de su mueble suele llevar consigo.

Por lo tanto, todos los datos parecen indicar que la fase de creación de un pulsar hace que el gigante rojo pase a ser un enano blanco. En caso contrario, el gigante rojo sería una estrella que el pulsar ha encontrado en el camino y el gigante debería seguir igual.

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