La psoriasis es una alteración superficial, pero no está claro si se produce en la propia piel o si el sistema inmunitario es inducido. Según un estudio genético reciente, tiene su origen en la piel y en algunos casos favorece la respuesta del sistema inmunitario.
Esta investigación ha sido realizada por unos patólogos de Viena. Dos genes bloqueados han provocado síntomas similares a la psoriasis: JunB y c-Jun. Esto demuestra que la enfermedad tiene una base genética. A continuación se analiza el papel del sistema inmunitario. Estos ratones han bloqueado la respuesta de los T-linfocitos y han comprobado que persiste la alteración superficial (la inflamación artrítica ha desaparecido).
Los investigadores concluyen que la psoriasis es una compleja interacción entre el sistema inmunitario y las células mutadas de la piel.