Las células se envían mensajes continuamente a través de las moléculas. Pero los científicos han detectado que esta función también puede ser realizada por los protones. Para la investigación se han estudiado las células intestinales de la lombriz Caenorhabditus elegans. Cuando estas células liberan protones, descubren que los músculos de la zona se contraen. Para demostrar que los verdaderos responsables de las contracciones son protones, se han modificado las células intestinales propias de la lombriz para evitar que desprendan protones. A continuación se inyecta una molécula moldeada a la lombriz. Los científicos excitan esta molécula a través de la luz liberando protones. Así han visto que al dar luz a las lombrices se producen contracciones intestinales.