Ver el sol en la ciudad de México no es nada fácil. Las nubes densas cubren el cielo y desde la mañana el ambiente es insostenible. El smog es el responsable, es decir, los conjuntos de contaminación que se extienden por todos los rincones. Cuando la situación se hace incontrolable, se limita el tráfico urbano y la actividad industrial.
Hasta ahora, eso sólo ha conseguido un descanso de unos pocos días y justo cuando se levanta la prohibición vuelven a aparecer las nubes negras. Un grupo de químicos californianos considera que estas medidas no han enfocado correctamente el problema, ya que causan mayores perjuicios que el tráfico y la industria, el gas de petróleo utilizado en el consumo doméstico. Si no se limita, no se verá el sol en México DF.
Tras el análisis de las muestras de aire de la zona, se procedió a analizar las causas que provocan el ozono, principal componente del smog. Si bien se ha confirmado que la mezcla de hidrocarburos y gases atmosféricos es la principal fuente de ozono, se ha observado que el gas petrolífero LPG produce ozono en grandes cantidades.
Si se tiene en cuenta que en todo México el LPG se utiliza como sustituto de la electricidad, se concluye que es más perjudicial que el hidrocarburo. La única solución sería reducir el consumo de gas de petróleo y posibilitar una fuente de energía que pueda sustituir su uso. En opinión de estos químicos, en México habrá que trabajar en este camino para llegar a la res por las ramas.