No todas las especies vegetales salen afectadas por la contaminación. En Francia, por ejemplo, tres laboratorios de la organización Inra (bioclimatología de Burdeos, ecología forestal de Nancy y ecología vegetal de Orsay) han visto cómo el tronco de los árboles de regiones templadas ha engrosado mucho.
Las mediciones dendrocronológicas indican que desde 1850 el roble pedunculado aumenta un 55% en Lorena y un 160% el pino en Vosges. Esto se debe principalmente a un mayor contenido de CO2 en la atmósfera. El óxido de nitrógeno, los nitratos, el amoniaco y otros contaminantes también tienen que ver con el cambio climático (calentamiento climático y mayor precipitación) para una correcta gestión forestal.