El plutonio es de difícil manejo, es un metal radiactivo por lo que se desintegra. Pero no es solo eso. Es muy frágil, se deshace fácilmente en trozos más pequeños. Los que fabricaron la bomba atómica, en el proyecto Manhattan, encontraron que si mezclamos con el galio, el plutonio no es frágil y es fácilmente manipulable. No sabían por qué y les daba igual. Algunos físicos estadounidenses han entendido ahora el porqué: las relaciones entre los átomos de plutonio son muy irregulares, pero cuando los átomos de galio están intercalados se convierten en regulares.