A pesar de tratarse de sustancias ineficaces intrínsecamente, se considera que los placebos benefician en muchos casos al paciente. Sin embargo, los científicos todavía no saben cómo y por qué.
Ahora, un grupo de psiquiatras de la Universidad de California ha analizado la actividad cerebral de 51 pacientes depresivos. A pesar de que los pacientes no eran conscientes, a algunos les dieron medicamentos antidepresivos, a otros les dieron placer. En nueve semanas, el 38% del primer grupo y el 53% del segundo, manifestaron una mejoría.
Sin embargo, al analizar la actividad cerebral de los pacientes a través de los electroencefalogramas, recibieron la sorpresa de que aquellos que afirman sentirse mejor gracias a los placebos tenían menos actividad actividad que antes en la corteza prefrontal, es decir, presentaban las mismas consecuencias que los curados con medicamentos. Si, como parece, se puede demostrar la influencia de los placebos, se abrirán nuevas vías de investigación.