Si no se pone remedio, los residuos de plástico en el mundo podrían duplicarse en 2050, según ha anunciado una nueva simulación de la OMS. Pero existe la posibilidad de modificarla, ya que, de acuerdo con esta simulación, determinadas intervenciones políticas globales pueden conseguir una reducción del 90% de los residuos de plástico y de un tercio de las emisiones de gases asociadas. El trabajo ha sido publicado en la revista Science.
Los investigadores desarrollaron un modelo de aprendizaje automático para predecir las tendencias de producción de plástico, comercio y gestión de residuos hasta 2050. Y también simularon los efectos de ocho intervenciones políticas que podrían servir para paliar los residuos y las emisiones. Así, han calculado que, si no se hace nada, los residuos de plástico mal gestionados, que no se reciclan o se eliminan correctamente y que terminan como contaminación, se duplicarán para 2050, alcanzando los 121 millones de toneladas. Y que las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas al plástico crecerán un 37%.
Por otro lado, han visto que se podría conseguir reducir el 90% de estos residuos mal gestionados, a través de cuatro políticas: obligar a fabricar nuevos productos plásticos con un 40% de plástico reciclado; limitar la producción de nuevos plásticos al nivel de 2020; invertir lo suficiente en la gestión de los residuos plásticos, como en los vertederos y en los servicios de recogida de residuos; y establecer un pequeño impuesto a los envases y embalajes de plástico. Además, estas políticas tendrían un notable beneficio climático, ya que reducirían las emisiones asociadas al plástico en un tercio, al igual que las de los más de 300 millones de vehículos de combustión motorizada.
Los investigadores han subrayado que de estos resultados se deduce claramente que, si hay voluntad política, existe un potencial técnico suficiente para reducir casi por completo los residuos plásticos mal gestionados y dar soluciones a algunos de los problemas más graves relacionados con ello.
Este es el mensaje que han trasladado a Busan, ciudad de la República de Corea, donde desde el 25 de noviembre al 1 de diciembre representantes de más de 190 países se reunirán para tratar los últimos detalles del Pacto Jurídico Mundial sobre la Contaminación del Plástico.