En dos yacimientos de Ecuador han aparecido los restos más antiguos de guindillas de más de 6.000 años. No son las únicas pistas encontradas: También han sido encontrados en Venezuela, Perú, Panamá y Bahamas, pegados a piedras de molino, en fragmentos cerámicos rotos y en sedimentos de yacimientos. Esto significa que el consumo de guindillas era habitual en el Neolítico en Centroamérica.
Para los científicos ha sido más sorprendente que la datación de las huellas el éxito de la técnica utilizada. Para detectar las huellas de las guindillas han tenido que buscar ejemplares microscópicos de almidón, ya que no dejan huella visual. Por eso es más difícil investigar el antiguo uso de las guindillas que el del trigo o el del maíz. Pero la técnica ha tenido éxito y ha demostrado por dónde se extendió la costumbre de utilizar las guindillas en la cocina.