Los resultados del recién celebrado Congreso de Anticoncepción a nivel estatal han conseguido una gran repercusión en los medios de comunicación. No es de extrañar que la preocupación de muchos ciudadanos por mantener unas relaciones sexuales seguras y saludables. En definitiva, en el citado congreso se llegaron a dos conclusiones principales, en línea con los resultados de la investigación realizada por el equipo médico Daphne.
Por un lado, la utilización correcta de la píldora, uno de los anticonceptivos más utilizados, es muy efectiva (99,8% de morbilidad) y, por otro, la utilización inadecuada de la misma hace que, en nuestra opinión, sea muy elevada, la tasa de embarazo que se sigue dando en la actualidad. Se está constantemente hablando del error, por lo que el problema queda en manos de pacientes que se olvidan de coger la píldora o no respetan los horarios.
En muchos casos los médicos sabemos que es así. Esto se percibe entre los pacientes que acuden a consulta. En cualquier caso, no creo que el problema deba limitarse a ello. Los médicos también tenemos mucho cuidado en los errores. Como ya se ha comentado en más de una ocasión, es necesario realizar una anticoncepción selectiva, cada caso, cada persona tiene unas necesidades concretas a las que hay que dar respuesta, es decir, no todos los tipos de pastillas son iguales y, tras un estudio detallado de cada paciente, le recomendamos que utilice lo que más le convenga.
Es más, la píldora no es el anticonceptivo más adecuado para todas las personas. Hay que informar al paciente de todas las posibilidades que tiene en la actualidad, analizar su estado de salud, hablar de los problemas que puede traer cada sistema… sin duda, los médicos tendríamos que dar más importancia a estas primeras entrevistas.
En general, me parece que los pacientes que acuden a nosotros en busca de algún anticonceptivo saben de antemano lo que quieren; hablan con la pareja o antes de venir a pedir nuestro consejo. Eso, por un lado, nos demuestra que hay interés, pero desgraciadamente, esos “intereses” de muchos pacientes se basan en prejuicios; que la píldora genera cáncer, que una vez que la usamos engordamos muchísimo, que nos hará sacar el bigote... yo no hay que mencionarlo aquí, claro, porque esas convicciones son bien conocidas (la mayoría o todas son corruptas). Insistiremos, pues, en la importancia de la información. Hay que hacer un gran esfuerzo en las campañas de información, ya que los ciudadanos bien informados podrán decidir libremente lo que les conviene.
Para terminar, quisiera recordar que el mejor anticonceptivo también puede tener algunos errores. A día de hoy no hay ningún método que ofrezca una eficacia total, por supuesto estamos acercando al 100%, pero todavía no se ha conseguido la perfección. Consciente de ello, de entre todos los que podemos elegir, cada uno tendrá que decidir el suyo; como recomendación, diría que apostar por el preservativo, especialmente entre los jóvenes, porque no sólo sirve de anticonceptivo, sino también para evitar enfermedades de transmisión sexual. Dicho: está en manos de todos.