La sonda Phoenix lleva cinco meses analizando la superficie de Marte, enviando datos y fotografías. Sin embargo, el 2 de noviembre dejaron de recibir las señales de la sonda en la NASA y el día 11 dieron por terminada la misión, ya que no creen que a partir de ahora Phoenix enviará señales. Las placas solares que suministran energía no parecen recibir la energía necesaria para que la sonda funcione, ya que a medida que llega el invierno cada vez menos luz solar está llegando al lugar donde está la sonda. Además, hubo una tormenta de polvo en la zona, lo que dificultó aún más la llegada de la luz solar. Sin embargo, el equipo que está trabajando en ello ha anunciado que seguirá intentando contactar con Phoenix por si se volviera a encender.