Los agricultores compran a veces pesticidas más baratos para reducir costes. Sin embargo, los que lo hacen corren el riesgo de sufrir pérdidas muy superiores a las que se han ahorrado, ya que estos pesticidas baratos suelen ser muchas veces falseados.
Las pseudo-esticidas, aunque en algunos casos son copias sofisticadas de productos reales, en otros son imitaciones económicas, según la revista Chemistry and Industry. Según la Asociación Europea para la Protección de los Cultivos, el problema es cada vez más grave y hay grandes diferencias entre países. Por ejemplo, el 10% de los pesticidas usados en Polonia son falsos, pero en la zona de Almería en España este porcentaje llega al 25%.
Estos compuestos no están permitidos y pueden ser peligrosos, pero aún así llegan hasta las frutas y verduras de los supermercados. Según la Asociación Europea de Protección de Cultivos, algunas personas han enfermado por estos productos. Además, los agricultores que utilizan estos productos también dañan su salud, así como el medio ambiente y los cultivos, que pueden causar su pérdida.