En la isla de Kauai, en Hawai, la mayoría de los grillos de Teleogryllus oceanicus son ahora silenciosos (nueve de cada diez). Los grillos silenciosos tienen una gran ventaja: Evitan el ataque de la mosca parásita Ormia ochracea, ya que la mosca hembra tiene un oído muy agudo y localiza los grillos machos cuando cantan. Después se ponen los huevos y las larvas crecen dentro del grillo.
En la década de los 90, investigadores de la Universidad de California se dieron cuenta de que los grillos estaban disminuyendo y cada vez se escuchaban menos cantos de kilkers. Pero en 2003 se dieron cuenta de que, a pesar de que apenas se escuchaban canciones, los grillos aumentaron: aumentaron los que no cantaban.
Los grillos silenciosos tienen alas más suaves que los cantantes. Y en cuanto a la duración, los grillos silenciosos de alas suaves tienen ventaja frente a los cantantes en cuanto al parásito, que no puede localizarlos. Pero, al menos aparentemente, tienen un gran inconveniente en la reproducción: no pueden atraer a la hembra a no cantar. Sin embargo, son abundantes los grillos silenciosos, señal de éxito en la época reproductiva. Pues bien, este éxito ha sido posible gracias a un comportamiento especial: los grillos silenciosos se colocan alrededor de un cantante y se reproducen cuando las hembras se acercan atraídas por las canciones.