Papus en peligro

La isla de Nueva Guinea depende de dos estados. En la parte occidental, Irian-Jaya, manda Indonesia, cuyos papúes corren cada vez mayores riesgos de supervivencia. Las sangrientas revueltas que han llevado a cabo cientos de aborígenes armados en la capital de Jayapura son una muestra de malestar, ya que los indonesianos exilian o asesinan a sus habitantes.

Los papúes que viven en la Irian-Jaya de Nueva Guinea tienen graves problemas para sobrevivir.

Su principal enemigo es el ejército indonesio. La Iglesia católica ha publicado un informe en el que explica los abusos cometidos por los soldados. El Gobierno de Indonesia ha vendido numerosas concesiones a las compañías de minería y carpintería del oeste y los militares se han convertido en mercenarios de las mismas. En Estados Unidos, por ejemplo, la compañía Freeport explota la mayor mina de oro del mundo en el territorio llamado Timika y contamina 50 km2 alrededor de la mina.

Otra de las amenazas de los papus es la inmigración de los javatarras. El exceso de población en la isla principal del Archipiélago hace que se acerquen a Irian-Jaya. Pero debido a la inmigración, les roban las tierras y son insubsanables entre culturas diferentes. Los javatarras, por ejemplo, son musulmanes y tienen prohibida la alimentación del cerdo. En la cultura de los papos, sin embargo, el cerdo es la principal fuente de alimentación y es utilizado para el intercambio.

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