Los papagayos, además de colores vivos, utilizan fluorescencia para atraer a la pareja. Las aves son capaces de ver la fluorescencia con luz del día. Según investigadores británicos y australianos, la fluorescencia de las plumas tiene una función sexual.
Para la investigación se cubrieron las plumas de unos pericitos con crema solar y las de otros con gelatina. En todos los casos, los pericitos preferían que los miembros que no tenían crema solar pasaran por las gargantas. Biológicamente la producción de colores fluorescentes es costosa, por lo que los investigadores consideran lógico que sea una estrategia para capturar a la mejor pareja.