El Norte de Somalia ha puesto en marcha un nuevo y curioso camino para combatir el paludismo. El objetivo es proteger la población de pastores nómadas. En estos casos, la prevención habitual del paludismo (sobre todo el uso de insecticidas) no es efectiva. Por otra parte, en algunas regiones, las larvas del mosquito, vector del paludismo, desaparecen al tomar peces Oreochromus spilurus. Los responsables sanitarios de Somalia están dispuestos a utilizar estos peces hambrientos para combatir el paludismo. Ya se han realizado pruebas.
En los pozos de agua de la comarca de Burao se han introducido estos peces (uno por cada 3m2) y los mosquitos han desaparecido prácticamente de esta región. Además, el impacto del paludismo ha descendido del 20% al cero. La labor de las autoridades ahora es convencer a los pastores para que crezcan. Además, estos peces pueden ser una buena fuente de proteínas para los vivos locales.