Los niveles de sustancias destructoras de la capa de ozono han disminuido considerablemente en la atmósfera. Así lo demuestra un estudio publicado en la revista Nature Climate Change. En concreto, el nivel atmosférico de los hidroclorofluorocarbonados (HCFC) ha disminuido considerablemente, por primera vez. Además, los HCFCs producen un gran efecto invernadero, por lo que su reducción es importante también para combatir el calentamiento global.
Los resultados se han obtenido mediante mediciones de alta precisión realizadas en observatorios atmosféricos repartidos por todo el mundo. Y los investigadores han subrayado que estos resultados esperanzadores corroboran la importancia de los protocolos internacionales. De hecho, en 1987 se acordó el Protocolo de Montreal para regular la producción y el uso de sustancias destructoras de ozono.
Gracias a este protocolo, desde 2010 están prohibidos los clorofluorocarbonados (CFC) en todo el mundo. Pero los CFCs fueron sustituidos en gran medida por HCFCs, y ahora también estamos en fase de reducción. En el año 2040 se establece una fecha límite para el cese total de la utilización de HCFCs.
Las emisiones de HCFCs alcanzaron su máximo en 2021. En los dos años siguientes cayó un poco, pero muy poco. Y las mediciones de este año muestran un descenso considerable.