En la naturaleza no hay oxígeno sólido. Se trata de un gas a presión ambiental, pero en laboratorio la presión permite obtener otras fases: el oxígeno a alta presión es un líquido azul (por encima de los 5,4 PG, 54.000 veces la presión ambiental) y el sólido rojo a alta presión (por encima de los 10 PG). Este sólido rojo fue descubierto en 1979, pero ahora han visto su estructura. Al parecer, las moléculas de oxígeno (O2) se agrupan en cuatro en la estructura básica, adoptando una forma similar a la de un cubo aplastado.